Comentarios

Josu Saldibe (Ansoaín), socio n. 36
La primera sorpresa fue ver la nueva disposición de los músicos en el escenario.
Doane Perry ha sido desplazado al lado izquierdo mas o menos al sitio que antes ocupaba Martín Barre, y Jonathan Noyce se ha colocado al lado suyo. En el centro, como no, sigue estando Ian Anderson, Andrew Giddings esta en el mismo sitio que antes y la gran novedad es que Martín queda un poco detrás de Ian Anderson y se queda un poco oscuro en este nuevo sitio. Dicho lo cual :
01 – My Sunday Feeling :
Prácticamente igual que en la introducción del último disco en directo. Sonaban un poco oscuros los graves y la guitarra de Barre esta un poco baja de volumen. Pero esto es debido a que es el principio del concierto.
02 – Cross Eyed Mary :
Le han cambiado de tono para que Ian Anderson la pueda cantar más comodo. Empieza a sonar mejor.
03 – Eurology :
Es una canción que cuando la escuche la primera vez me gusto mucho, pero a medida que la he oído más veces, me va gustando menos. La escuche , como si estuviese fuera de lugar.
04 – Beggar´s Farm:
Ufff, impresionante. Tengo especial simpatía por el tema ya que es mi preferido del This Was. Lo bordaron. Prácticamente igual que la versión que aparece en el 25 aniversario.
05 – Farm on the freeway:
Hey, la maquinaria Tulliana ya esta caliente. El grupo ya suena a las mil maravillas y todos estan que se salen. Espero la parte central para ver si Martín se anima, pero a pesar de que lo toca perfectamente , el tío no da un paso adelante y se queda pegado al lado de sus amplificadores. Empiezo a sospechar que Martín no esta a gusto en su nueva ubicación.
06 – Pavanne:
Mis sospechas se confirma. El Chritsmas no es un gran disco y el tema suena fuera de lugar. Si cierras los ojos, pareces estar oyendo el hilo musical.
07 – Weathercock:
Y sin embargo con este tema se me cae la baba. Martín coge la mandolina pero sigue pegado a sus amplis. Con un toque folk increíble el tema suena muy, muy bonito. Hacia la mitad Martín coge la eléctrica para acabar dando una fuerza increíble al tema.
08 – Songs – Too old – Heavy
El famoso poupurri de los años 70. Es la primera vez que no oigo truco en las voces Y Doane Perry le hace un bonito duo a Ian cantando. Ian se las arregla como puede con la voz pero a la Flauta una vez más, magistral. Con la acústica también se luce. Pero lo más agradecido ,como digo es que cantaron todo en directo.
09 – Bourrée:
Cuando Ian lo anuncia, me echo a temblar pensando que van a tocar la última versión que han hecho, pero para mi sorpresa hace una versión idéntica a la del Stand Up.
Y como no, aquí el que se sale es Jonathan con su bajo. Se le ve animado y se encamina hacia delante del escenario para hacer el solo.
10 – Mother Goose:
Doane coge los bongos y Francesc y yo pensamos que van a tocar Fat man pero no. Hace una preciosa versión del tema con Martín y Andrew tocando dos flautas dulces a duo. Andrew se pone un gorro andaluz muy elegante ( gentileza del Tulliano Paco según llegue a oir ) y a Martín es la primera vez que le veo sonreír desde que empezara el concierto. Sobre todo cuando Andrew se puso a tocar la flauta con la nariz. El Boss miraba de reojo un pelín mosca con lo que pasaba. Pero aun así el tema queda muy bonito.
11 - Morris Minus :
Ian anuncia un tema de Martín Barre y se va del escenario. Bueno, pues ni por esas. Martín sigue quedándose por detrás y no da muestras de venir hacia la parte delantera del escenario. Ya no me quedan dudas de que algo no va bien.
12 – A new day yesterday :
Impecable. Como siempre, tocan un trozo de Kelpie hacia la mitad del tema. Ian , muy bien con la armónica.
13 – Gost rest ye merry :
Versión del Christmas y nueva decepción. Parecen como si no fueran Jethro Tull.
Y sobre todo porque tal vez esperaba escuchar otros temas.
14 – Budapest :
Precioso. El único pero es que la introducción se le fue un pelín la mano a Andrew y qu Ian se equivoco un poco en la parte central del tema ( es una parte complicada y tocarla en frío bien a la primera es complicado) por lo demás, preciosa.
15 – Holly Herald :
Ufffff, la gran cagada. Esto suena a música de baile de pueblo. No pegaba ni con cola.
La verdad que tocar esto y no toca por ejemplo el Thick as a brick, tiene delito.
16 – Locomotive Breath :
Muy bien, con una gran introducción de Andrew. Lo demás, pues como siempre, perfecto.
Bises:
17 – Living in the past:
Curiosa mezcla de la versión antigua y de la moderna. Les queda muy bien.
18 – Aquamedley:
Es una pena que Aqualung quede partido por la mitad, además Ian perdio la concentración porque no encontraba la dichosa cámara de fotos con la que suele fotografiar al publico, así que luego repitió dos veces seguidas la misma estrofa que dice Feeling alone. El tema acabo con Protect and survive.
19 – Cheerio:
Globitos y esto se acabo. En líneas generales, un buen concierto, pero la nueva disposición es algo rara. Sobre todo el lugar donde a quedado Martín. Recuerdo que cuando fui a pedirle que me firmara uno de sus discos, estaba apartado y daba la impresión que algo pensativo, a pesar de que estuvo muy amable firmándonos y sacándose fotos. Con Ian , ya da más impresión, casi me temblaba la mano cuando le dí un disco para que me lo firmara, y ya ni os cuento cuando le dije para sacarse una foto. Con los otros tres , sin embargo todo era puro cachondeo.

Los Tullian@s:
Impresionantes. A muchos ya los conocía de la primera convención. Otros los veía por primera vez. Y parece ser que el Stand tuvo bastante éxito, ya que se vendieron todas las camisetas. Tengo que decir que durante el concierto estuve al lado de Francesc y que me lo pase muy bien comentando con el todo lo que sucedía. Y como me apuntaba cada vez que se me olvidaba anotar el tema que tocaban. Pero fue fenomenal estar con todos, Jordi Romaguera y mujer, Jordi Chamayou, Aqualung y familia ( veo que arreglaste tu conexión) Vicente Alvarez, Gustavo y su compañera, Jordi,( el de gerona) Villalta, como no, ese peaso de JoseIgnanderson, Francesc, Paco y Ana, Gabriela, Juan Angel y su mujer, Cristobal y su hijo etc etc....y perdón por los que me olvido que serán varios, a todos un abrazo muy grande y a los que no pudisteis venir, pues espero que os hayais hecho un poquito de idea con este relato.

Constanza Pérez-Victoria (Granada), socia n. 61
Hola Tullianos!
Sobre mi experiencia en ambos conciertos tengo que decir que para mí fueron los dos una pasada, mejor de lo que me esperaba. Nunca los había visto en directo, y la verdad es que ganan mucho sobre el escenario. Tanto por cómo suenan como por el espectáculo que es ver a Ian Anderson moverse por el escenario. Estábamos tan cerquita! Para mi gusto el sonido era mejor en Atarfe que en Lorca, que habia un poco de viento y por eso tuvieron que darle más caña. En Atarfe había un entorno acústico muy bueno y los que estuvimos pudimos disfrutar de su musica con un sonido, para mi gusto, perfecto.
Me gustó mucho conocer a Paco y Ana, Luis (gracias por hacerme alguna que otra foto :-) ...) Gustavo y Mireya, etc.
Disfruté muchísimo el concierto, pero se me hizo tan corto! Me encantó que tocaran Budapest, una de mis canciones favoritas. No me pareció que Ian Anderson estuviera enfadado, por lo menos en el escenario disfrutó como un enano.
En cuanto al grupo me cayeron todos muy simpáticos, en especial Andy que es un cachondo mental y se portó muy bien con los fans. Ian me pareció un malaje en Atarfe, pero al dia siguiente en Lorca le vi muy afable. A javi le preguntó de coña si yo era su hija y después me preguntó a mi si el chaval que había por allí era hijo mío, total, que tenia ganas de bromear. Por cierto este chaval sale en algunas de mis fotos, me gustaria mandarselas, no sé quien es, a lo mejor es hijo de alguno de vosotros?
Bueno al final el comentario no ha sido tan breve, pero claro siempre que hablo de esos dos dias me entusiasmo y no paro.
Un saludo con afecto a todos los tullian@s :-)

Gustau Solé (Barcelona), socio n. 58
Josu, Luis, Paco, etc... han comentado perfectamente todo lo que sucedió esos dos fantásticos días, he disfrutado mucho leyendo vuestras crónicas y rememorando lo que ahí aconteció.
Solo quería añadir un par de cosillas. En primer lugar, respecto a la nueva distribución del grupo sobre el escenario, pienso que pueda ser debida a la ausencia de la mampara de cristal que ponían delante de Doane Perry en las últimas giras. Parece ser que esa mampara hacia de pantalla sonora para proteger los delicados tímpanos del Sr. Anderson. Al prescindir de ella, supongo que han optado por poner a Doane lo más alejado posible de Ian, o sea, en un extremo del escenario, con lo cual el perjudicado es Barre, que se queda totalmente en segundo plano detrás del maestro. No sé, es una teoría, si alguien quiere destruirla, adelante!
En segundo lugar, comentar un poco la experiencia en el backstage en Lorca. Cuando todo el mundo estaba pendiente de Anderson, Albert Barnes me dice: “Oye, ese de ahí no es Martin Barre?”, efectivamente, el tío estaba ahí, alejado de todos, solo, tomandose un copazo y con la mirada puesta en el infinito. Albert y yo nos acercamos a el sigilosamente y, temiendo interrumpir algo así como un proceso de meditación mística le digo con un hilillo de voz: “Mr Barre?”. Para nuestro alivio, una sonrisa se dibujó en su cara y fue muy amable, firmando, fotografiandose, y agradeciendo una y otra vez nuestros piropos, alabanzas, etc... Incluso se interesó por saber de donde eramos, y entonces aproveche para hacer publicidad de Tullianos, que habíamos venido a verles desde todos los sitios de España, etc... (peloteo puro y duro). En cuanto Martin oyó lo de Tullianos se acordó en seguida del encuentro en Londres, así que felicidades a los Tullianos que fuisteis allí porque a Martin le caló hondo.
Con el resto de la banda me limité a felicitarlos por los conciertos y fueron todos muy amables. Tal y como decís muchos, Anderson causa mucho respeto, porque te habla y te mira de una forma que parece que en cualquier momento te va a mandar a la mierda, de todas maneras fue atento y gracias al “descaro” del pequeño Raul (creo recordar que ese es su nombre) le vimos partiendose de risa.
De los conciertos, aunque quizás haya más de un “pero”, solo voy a destacar que no tocaron “My God” (snif, snif), otra vez será...
Pues nada, ya tengo un mono terrible de volver a verlos tocar, pero aun más de volver a ver a los amig@s Tulliano@s con los que he disfrutado un montón estos días, espero que sea pronto!!

Jordi Romaguera (Barberà del Vallès), socio n. 25
¡¡¡ Nos vemos en Lorca !!!
Esta expresión se había hecho tan popular entre los tullianos durante los últimos meses. Llegué a pensar que era como un "hasta luego". Otra expresión de esas que se dicen sin pensar, que salen automáticamente desde nuestra educación.
Pero vaya sorpresa, allí estabamos todos los "¡¡¡Nos vemos en Lorca!!!" juntos.
My God cuanto cerebro diluido por la música de Mr. Anderson. Una vez mas el Flautista de Hamelin nos arrastró con su son, nos llevo a su terreno.
Tullianos se esparce coo una gota de aceite, alarga sus tentaculos y sigue absorviendo gente que en algun momento de su vida tuvo la suerte, o desgracia, de escuchar algunas notas de JT.
Faltaba algo mas de tres horas para el concierto y ya estabamos en la puerta del castillo. Los tullianos siguen el refranero y se aplican "a quien madruga dios le ayuda",ten dremos que alternar este refran con el de "no por mucho madrugar amanece mas temprano". De todas maneras la espera no se hizo larga, entre otras cosas por que con el pequeño Raul dando vueltas no hay quien se aburra. Este tio es un fenomeno.
El castillo ha sido un bonito lugar para el concierto, pero unas sillitas lo hubieran subido a la categoria de lugar idilico.
Concierto de 1 hora y 45 minutos con bis incluido.
La distribucion en el escenario, distinta a la habitual.
Sonaron veinte temas de todas la épocas de JT con algo de Anderson y Barre.
Personalmente encontré a faltar My God, Fat Man y Thick as a Brick. También me sobraron otros temas del último albúm que Mr. Anderson se empeña en colarnos en todos los conciertos.
Creo que el set-list que nos interpretaron The Wood en la última convención fue mucho mejor que el escogido por Mr. Anderson en Lorca.
Resumiendo, este es mi sexto concierto de JT y ha sido el mas flojo de todos.
Vi a Anderson limitandose a cumplir sin mas y a sus currantes los encontré frios, distantes y distraidos.
Todavia no se han enterado que ellos estan sobre el escenario porque nosostros estamos abajo. Como dijo un tullianos: JT no son Anderson y compañia, JT somos nosotros que los hemos puesto en un pedestal.
Quizas tuve un mal día, o mi nivel de exigencia me jugó una mala pasada. En Lorca no vibré.
Saludos a todos los tullianos y...nos veremos en el próximo concierto.

Vicente Álvarez (Valladolid), socio n. 12
Tullianos, hola de nuevo.
El resumen de Josu me ha parecido impecable, así que no añadiré nada más. Tan sólo me voy a comportar como un cotilla irredento, nacido del más puro estilo Hola, Tomate y similares.
Tuve la suerte de coincidir en el hotel con los Jethro y su forma de "convivir" me indica algo que ya sabíamos todos. Anderson es el boss y el resto son cuatro asalariados que hacen su trabajo lo mejor que saben, pueden y quieren. En Lorca, por otro lado, les vi demasiado apáticos a los cuatro, especialmente a Barre.
Coincidí con ellos en varios momentos pero en especial a la hora de la comida. Anderson y Perry comieron en el restaurante del hotel. Giddings y Noyce en una cutre cafetería junto al hotel donde, casualidad de las casualidades, comía en ese momento yo. Es más, estaban justo detrás de mí. Giddings comió un asqueroso plato combinado y punto. Noyce fue más en plan sibarita y el tipo se metió entre pecho y espalda un plato de calamares y un espectacular plato de jamón ibérico. Con un par. Luego se tomó un cafetito. Y los dos pagaron cada uno su parte (tendriais que haber visto al pobre camarero chapurreando el inglés e intentando hacer las particiones). Por fin Barre se marchó a la gasolinera que estaba justo al lado, compró un par de cosas y una botella grande de agua y se subió para la habitación.
Perdón por el cotilleo pero para eso estamos. Yo no pude entrar esta vez a saludarles tras el concierto pero gracias a Jordi Vilalta conseguí que Anderson me firmara una foto que me hice con él en Londres.
Luego, para rematar la faena, me subí a Barcelona y pasé un día genial junto a Albert y José Ignacio. Chicos, sois cojonudos.
Lo dicho, una pasada que habrá que repetir. ¿Quizá el próximo día 11 de octubre en el Olimpia de Paris? 

Gabriela Guardiola (Sant Climent de Llobregat), socio n. 48
Otra vez en casa, de vuelta al trabajo (cruel realidad) pero con un maravilloso sabor de boca.
Como Josu y Luis Manuel se han encargado ya de detallarnos el concierto, solo añadiré un par de comentarios sobre el backstage y la experiencia de haber conocido a Jethro Tull.
La primera (y obvia) observación es que Mr. Anderson se decanta por las Tullianas, pues mientras que con los hombres el encuentro se reducía a dar el autógrafo, en ocasiones sin dar tiempo a echar una foto, con las mujeres posaba y nos abrazaba. Particularmente recibí un muy buen trato por su parte, con una pequeña charla (tal vez por la curiosidad del CD de Folklore Mexicano que le regalé). En fin, que yo me quedé encantada.
Con Martin Barre tuve aún más suerte, pues al encontrarlo solito en un rincón, no desperdicié la ocasión. Despues del autógrafo y la foto, le hice un par de comentarios sobre el primer concierto de Jethro Tull en México y terminamos charlando sobre Los Viveros de Coyoacán (sí, Tullianos mexicanos, el rumor de que Martin Barre sale a correr a los Viveros cuando está en México es cierto). Total, que terminé anotándole algunas direcciones de sitios del D.F. en un recibo del peaje de la autopista, con mi caligrafía de niña de cinco años. Más encantada aún.
Nos despedimos de Barre (veníamos Jordi, el de Gerona y yo) pues nos dijeron que debíamos salir ya del backstage y antes de llegar a las escaleras nos encontramos con Noyce. Con él sólo nos pudimos echar una par de fotos. No sé si Jordi consiguió el autógrafo, yo no.
Y el sueño se acabó...
A este sueño le siguieron 10 horas de carretera, tazas y tazas de café, muchos cigarros, mucho frío, seguido de mucho calor, un segundo concierto por parte de Jordi y Rafael y un cansancio que me durará toda la semana, pero definitivamente, Josu, los 1400 kms. valieron la pena.
Gracias, Albert por hacer realidad este sueño.
Un abrazo.

Paco Heredia (Córdoba), socio n. 21
Ya parece que empiezo a recuperarme de la sobrecarga de emociones que viví desde el jueves al viernes. Fueron dos días alucinantes, intensos, mágicos...
Empezando por el jueves en Atarfe, (por cierto, un paisaje precioso para el concierto), había un restaurante en lo alto de la cima, desde el que se veía todo el escenario. Anderson subió hasta allí para cenar tranquilo antes del concierto y pidió que lo cerraran mientras él permanecía dentro. Por lo visto, el dueño se negó y Anderson se levantó enfadado, dando una patada a la mesa. Ya empezó con mal pie, pero luego salió al escenario y todo fue muy bien.
El Set List, el mismo que en Lorca. Creo que en este concierto, Anderson no tuvo ningun fallo, aunque, en mi opinión, el sonido en Lorca fue mejor,(también el paisaje era precioso y el castillo impresionante).
Recuerdo que Anderson llamó al "Pipa", (que creo que es el chico que está escondido en el escenario, para cambiar los instrumentos, poner agua, toallas...). Le dijo que le diera un pase de Backstage a una chavalita muy mona que estaba en la primera fila justo a mi lado; ella llevaba un paño bordado "en punto de cruz" con la silueta de Anderson y se lo enseñó varias veces. Este comentario os parecerá un detalle insignificante, pero cuando acabó el concierto esta chica fue a la única a la que se acercó Anderson, detrás de unas vallas y pudo abrazarlo (sí, sí, abrazarlo) y hablar con él.
El resto de Tullian@s nos quedamos con dos palmos de narices, pues ni se acercó, ni tomó los regalos que muchos llevabamos.
El resto del grupo sí que se acercó a las vallas para firmar, dar la mano, abrazar a las chicas y recogieron los regalos.
Me quedé muy sorprendido de la simpatía y sencillez de Barre, Giddins, Noyce, Perry, (al que pude darle el sombrero cordobés que yo llevaba para Anderson). ¡Qué gente más cojonuda! En fin, a Anderson se lo perdono todo.
Bueno, ya llegamos a Lorca el viernes y busco mi Hotel. UUfffffff! Esto no es para contarlo, sino para vivirlo. Cual sería mi sorpresa, cuando estando en recepción junto con Luis M. García, se abren las puertas del Hotel y entra nada más y nada menos que... Mister Ian Anderson y el resto del grupo con James Duncan. Yo creía que me salía por el cuello de la camiseta y mi mujer casi se cae al suelo con los ojos fuera de la orbita. ¡Qué pasada, Dios mío!!! Todos juntos en la recepción del mismo Hotel y yo sin saber inglés. ¡¡Mierdaaa!!
Como pude le dije a Perry que si podíamos hacernos una foto con toda la banda y por supuesto, él accedió muy amablemente mientras Anderson preguntaba por el almuerzo.
Me armé de valor y me acerqué también a Anderson y le pedí lo mismo, a lo que él accedió también muy amablemente, e incluso llamó a Martin Barre para que posara junto a nosotros. (Ya me caía mejor).
Por la tarde, antes del concierto, Giddins bajó a recepción con el sombrero cordobés en una bolsa y me dijo que no era suyo, sino de Ian Anderson y se lo prestaba para el concierto de esa noche. ¡Qué gracioso es el puñetero! Le ayudé a ponerse el sombrero y nos hicimos varias fotos y chapurreo cosas en español, con lo que nos reímos mucho todos los que allí estabamos.
La convivencia con los Tulian@s fue genial. Da gusto compartir ideas y emociones con gente que no conocía y me encontré como en familia. ¡Cada día me gusta más ser Tulliano!
En fin, tengo muchas cosas que contar, pero para no cansaros, os diré que por fin he podido cumplir mi sueño y aún no duermo bien. Espero que todos los que fueron lo pasaran tan bien como yo y a los que no fueron les sirva este comentario para hacerse una idea de lo que se vivió allí.

Luis Manuel García (La Nucía), socio n. 49
Estupendo "review", Josu. Yo voy a complementarlo, para aquellos que no vinieron, con un relato de mi periplo tulliano.
El primer concierto fue en Atarfe. Bello entorno el del concierto con la Ermita y el lago, la cascada y un escenario de reducidas dimensiones, dado el poco espacio del recinto.
Empezaron las cosas bien, pues Paco Heredia de Córdoba y yo pasamos antes del concierto a montar el tenderete de Tullianos, y a pesar de las malas formas del promotor local, nos permitió ver el soundcheck, del que tomé algunas fotos. Presenciamos el ensayo de un “Skating Away” que luego no tocaron en ninguno de los dos conciertos. Después hablamos con James Duncan, un chico muy educado y considerado. Nos dio los pases de backstage y nos regaló un “pin” a cada uno. Doane Perry también se acercó al stand de Tullianos para charlar brevemente y hacerse una foto con nosotros. Inmejorable comienzo.
Empezó el concierto. Uno de los mejores de Jethro Tull que he presenciado. Martin usaba la misma Fender Stratocaster negra del “Living With The Past” y el ampli “Soldano” de la última década. Doane llevaba el mismo kit del LWTP y Andy unos teclados sin mueble de madera. La batería estaba al lado opuesto de Andy y Jonathan y Martin habían cambiado sus posiciones. Es la primera vez que veo esta disposición en Jethro Tull.
La voz de Anderson continúa por el mismo camino de recuperación vocal de los últimos tiempos, después del terrible bajón del 93/95. Hay que reconocer que en Atarfe dio todas las notas.
Las canciones de ambos conciertos fueron exactamente las mismas. Empezaron con un espléndido “My Sunday Feeling”.Excelentes versiones de “Cross Eyed Merry”, “Eurology” y “Beggar’s Farm” –no en ese orden-. Decía que ha sido unos de los mejores conciertos de mi vida porque quiso la suerte que a mi lado se pusiera un señor de Córdoba que llevaba una mochila repleta de botellines de agua rellenos de whisky; yo le suministraba algunos detalles técnicos como el nombre se las canciones y de los componentes del grupo, y él me daba de beber. El whisky era malo de verdad, pero con el calor reinante me sabía a néctar de los dioses.
El momento cumbre de la noche, fue “Budapest”. La versión fue sencillamente celestial. En contraposición, “Bouree” ha perdido parte de la brillantez instrumental de la intro barroca, y el tema en sí a mí me suena hiper-repetitivo.
La anécdota de la noche fue cuando Anderson entró con la parte acústica de “Heavy Horses”, y tras la primer nota se dio cuenta de que no estaba puesta la cejilla de la guitarra. Como es una parte en la que sólo hay voz y guitarra, el resultado fue que se pararon en seco. Reanudaron de una forma muy profesional.
En el bis encadenaron “Living In The Past”, “Aquadidley un trozo de “Aqualung”, “Protect and Survive” y “Cheerio”. Un solo globo. Se ve que como el recinto era pequeño, consideraron que dos no cabían.
Intentamos pasar al backstage, pero al no haber luces, no hubo tal. De nada nos sirvieron los pases. No obstante, muy fugazmente Anderson se acercó a firmar autógrafos y hablar con una chiquita que le cayó especialmente simpática.
Se apagaron las luces y nos reunimos con Gustau, Javier y acompañantes en el stand de Tullianos. Regresé al recoleto hotel de Atarfe a pasar una noche regular en mi monacal habitación. Aquel whisky sentaba peor de lo que sabía.
Viaje a Lorca con una estupenda coincidencia, me encontré en el vestíbulo del hotel Amaltea con Paco y Sra., y cuando la recepcionista nos estaba diciendo que la banda tenía reservadas habitaciones, entró Mr. Anderson seguido de toda la tropa. Amablemente accedió a posar para una foto, como los demás miembros de la banda. Anderson incluso llamó a Martin para que posara. Yo aproveché para recabar la firma de Jonathan en la portada de mi “Christmas Album”, que era la única que me faltaba.
Los chicos de la banda bromeaban y sonreían. Ian y Doane se mostraban circunspectos. Ian exigía una cena caliente para después del concierto para la una o dos de la madrugada, y la recepcionista sólo le ofrecía una cena fría en la habitación. Eso le contrarió bastante. Sé por una fan de Madrid que Andy, Martin y Jonathan comieron unos bocadillos en la piscina, mientras Ian y Doane tomaron una arroz caldoso en el restaurante del hotel, al que le echaron una buena cantidad de Tabasco.
Por la tarde pudimos apreciar las malas pulgas de nuestro héroe Ian. Salía hacia el concierto. Al verle, no habría más de 8 o 10 personas en el vestíbulo, se le fueron a acercar. Él, al verlo, retrocedió gesticulando de malos modos y diciendo “No”, se metió en el ascensor y desapareció. Antonio de Coslada puede atestiguarlo porque estaba conmigo.
Subimos al Castillo de Lorca a las siete de la tarde (el concierto empezaba a las once). Fue estupendo hablar con un señor de Madrid que venía de Ibiza, y que los vio el la Isla de Wright en 1970. Es un hombre muy ligado a la música que ha sido representante de Obús, Ñu, etc. Me contó que Anderson mandó a la mierda a Molina hace ya tiempo. Yo no sabía nada, a lo mejor alguien sabe de esa historia.
Pasamos al recinto. La cerveza no era gran cosa, pero estaba muy fía. Bocadillo de tortilla y encuentro con muchos Tullianos. Los que no habían estado, preguntaban por el concierto del día anterior. El sencillo stand de Tullianos fue muy visitado. Las camisetas se agotaron.
Empezó el concierto. Tocaron “Pavane”. Muy colorista resultó el “God Rest Ye Merry Gentlemen”. La joya de la noche fue “Weathercock”, que nos trajo viento frío y humedad. ¡Qué canción! Inolvidable.
La voz del maestro estaba un poco peor que el día anterior, y “no llegó” en alguna ocasión en “Too Old To Rock’n Roll”, en contrapartida, la versión de “Farm on the Freeway” fue estupenda.
Martin hizo las delicias de los guitarreros con un técnico y “jeffbeckiano” Morris Minus.
Hubo muchas anécdotas. Andy durante “Mother Goose” se puso el sombrero cordobés que le regalaron Paco y su mujer el día anterior. Le sentaba muy bien, daba el tipo de un rejoneador. El sombrero terminó en la cabeza de Martin, que parecía un con él un bandolero venido a menos. Ian miraba de reojo.
En “Songs From The Wood”, Doane sufrió un arrebato de entusiasmo, cogió uno de los micrófonos que toman el sonido de la batería e hizo los coros de la canción con Ian, cosa que no hizo el día anterior. Lo siento por Doane, pero no le auguro un gran futuro como vocalista. Es más, como le oiga un par de veces más, me hago fan de Bustamente.
En “Budapest” Ian parecía desconcertado por el altísimo volumen del sonido de fondo superbajo del secuenciador de Andy y claramente titubeó un par de veces. También, en Aqualung durante el solo de guitarra, Ian fue a buscar la cámara desechable para hacerle fotos al público, y la cámara no estaba. Le rompió tanto los esquemas esta falta, que incomprensiblemente, falló de forma clara con la voz y la guitarra.
Sea como fuere, el concierto fue un éxito. “… y ahora que vengan Fito y los Fitipaldis” decía socarronamente un melenudo a mi lado. Hombre, tampoco hay que menospreciar.
Después del concierto, parecía que tampoco iba a haber backstage. Yo no tenía pase, ya que sí lo tenía en Atarfe, y no me tocaba en Lorca. Aún así, me quedé merodeando por la entrada del backstage. Le pregunté a James Duncan y me dijo que probablemente no podríamos pasar porque al día siguiente tenían no sé cuántas horas de avión. “Espera tres minutos”, me dijo. Al rato apareció y me preguntó “Tullianos, tenéis pases verdad?”. “Sí” contesté rotundamente. Obviamente en ese momento era un indocumentado, pero mi pase de Atarfe estaba en perfecto estado de uso. Me lo pegué en la camiseta, y le puse un pin encima de donde ponía “Atarfe”. Algo parecido hicieron Paco y Sra. Estábamos dentro.
Allí pude ver y calibrar el comportamiento del maestro. Habla bajo, educado, frases cortas, un toque de cinismo, y el derroche mímico que hace sobre el escenario, se convierte en una total economía gestual fuera de él. Tenemos que admitir que el Sr. Anderson no es Blancanieves. Disfruta –se ve- con el contacto con la masa sobre el escenario pero fuera de él es retraído y malhumorado.
Disfrutamos como enanos en el backstage.
El concierto nos despertó una intensa sed por lo que nos fuimos a Lorca a buscar dónde calmarla. A Cristóbal parecía no gustarle ningún sitio. Finalmente, entramos en un local con muy buena música rock. Allí vimos a otros fans no tullianos, apareció Gustau, casi bailamos. Después nos quedamos unos pocos. Hablamos sobre Clive Bunker y Doane. Josu exprimía una Coronita mientras intervenía en la conversación. Me encontré con el promotor del concierto de Atarfe. Subió muchos puntos cuando me dijo que había organizado el concierto por lo mucho que le gusta Jethro Tull. Sobre las 4.30, y en contra de mi parecer, nos marchamos a los hoteles.
Al día siguiente, ya de vuelta, a unos 20 Km. de Lorca paré a echar gasolina. Pasé por en medio de un grupo de ciclistas que estaban en la tienda de la gasolinera. Me miraron mucho. Oí las palabras “tullianos” y “Jethro Tull”. Cogí una botella de agua con gas. Pagué y me fui.
No se si lo soñé. 
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