La crónica

Fue a finales de Agosto cuando me enteré de las fechas del Tour sinfónico de I.A. Lo más proximo que se acercaba era París y cuando comprobé que el 11 de Octubre era lunes pero precisamente el del puente del Pilar (que afortunadamente iba a disfrutar) fue cuando se me encendió la luz y pensé en viajar a la capital gala. Allí tengo un viejo amigo José Luis Gallosso, un mejicano con en que compartí varios años de buena amistad en Madrid que se vio interrumpida cuando por motivos de trabajo se trasladó de forma permanente a París. Él llevaba tiempo diciéndome que me animara a visitar dicha ciudad. Así que le pregunté si me podría alojar en su casa para coincidir con el concierto. No solo me ofreció su casa sino que además me dijo que también iríamos juntos al concierto (el ya vio a los JT en el mismo lugar en el 99).

Después de mirar, la opción más barata era el tren-cama, además el día 9 y 10 se celebraba allí el 51 CIDISC, la feria de discos más grande de Francia. Estaba claro que no podía faltar. Albert gestionó la acreditación de fotógrafo y otra vez de nuevo seria el encargado de ser los ojos de Tullianos.

El día 9 inicié el viaje para acudir al día siguiente al CIDISC. La visita estuvo más que justificada pues conseguí revistas alemanas con reportajes buenisimos de los Tull. Un pirata de audio (Living in the Mindland) y un DVD con material inédito ( Waiting for the Dark Ages).

El lunes era el día esperado y la puerta del mítico Olympia lo anunciaba en luminosas letras rojas. Mi amigo José Luis me hace la labor de interprete. La organización era buena y sin complicaciones. Me dieron mi acreditación aunque de las dos prometidas solo existía la mía, por lo que José Luis, que iba a grabar lo que pudiera en vídeo, no pudo hacerlo. Las condiciones, las mismas de siempre: nada de flash, solo las tres primeras canciones (con orquesta) y sin moverse desde el extremo. Yo era el único reportero acreditado.

Me dirijo a mi asiento y en el asiento contiguo está un matrimonio italiano charlando con Aldo (el presidente de Itullians). Le saludo pero el no me reconoce. Me presento como representante de Tullianos y que le conocí en el aftershow del concierto de Londres. Me habla del eco del éxito de nuestra segunda convención con Glenn Cornick (que estuvo alojado en la casa de José Ignacio) y que ellos quieren hacer este año algo más "pequeño". De todos nuestros socios dice que al más conoce es a José Ignacio que le invitó a su casa una vez. Después charlo con el matrimonio italiano (el resulta ser Maurizio Triana, alias Kallarma un miembro fundador de Itullians) y me preguntan de que parte de España soy. Le digo que de Madrid y ellos me contestan que ellos visitaron Barcelona en el 99 para un concierto de los Tull y que... ¡durmieron en la casa de José Ignacio! Joder, yo también he estado alojado en casa de José Ignacio. Se ve que el sufrido José Ignacio ha dado cobijo en su vivienda a todo aquel que tuviera algo que ver con los Jethro. Vamos a tener que nombrar la casa de José Ignacio como hogar del Tulliano. Así que si veis a algún viejo andrajoso por la calle ya sabéis donde darle calor y protección, especialmente si está sentado en un parque y mira a las niñas con malas intenciones.

Bueno volvamos al concierto. La entrada fue floja. El patio de butacas (abajo) estaba aproximadamente al 50% y el entresuelo (arriba) era desolador: tan solo las dos primeras butacas ocupadas.

El público ocupó los asientos libres y yo me pude trasladar a un asiento de pasillo, perfecto para entrar y salir cómodamente. Aparecen por fin los músicos. A la batería James Duncan (el hijo de I.A.), a la guitarra acústica, lo que más me sorprendió, un mozalbete con granos en la cara con pinta de no haber alcanzado la mayoría de edad (¿será el hijo de M. Barre?). Al bajo un tío mayor que como no sea el hijo de Dee Palmer no le encuentro ninguna conexión con el grupo. El teclista salió con un acordeón sobre los hombros y más tarde haría la labor de director de orquesta.

Comienza el concierto con EUROLOGY y seria el primero de los cinco temas de Rupi's Dance de la noche. El siguiente fue CALLIANDRA SHADE, uno de mis preferidos de la velada y que había echado muy en falta en anteriores citas. Después Ian anuncia un tema de Warchild: SKATING AWAY... ¡por fin lo escucho en directo! Una autentica preciosidad. Mas tarde para rematar UP THE POOL ¡Maravillosa! Un comienzo inmejorable. Él ultimo con interpretación semi-acustica es BORIS DANCING, el único del CD The secret languaje..., un tema del que no soy muy partidario.

Por fin entran los miembros de la orquesta sinfónica de Praga que se sitúan en la zona trasera del escenario y es también mi turno para ejercer de fotógrafo. Comienzan con LIFE IS A LONG SONG de la que no me enteré mucho pues estaba concentrado en lo que veía a través del objetivo. IN THE GRIP... es el único corte que interpretó del Divinities, con los arreglos orquestales, la versión era milimetricamente igual a la del disco y sonaba calcada. Otra joya de la noche: WOND'RING ALOUD y que no saboree en su totalidad por estar ocupado como reportero. Me toca retirarme a mi asiento mientras Anderson solicita la ayuda del flautista oficial de la orquesta. El hombre bastante mayor ocupa un lugar protagonista cerca del escenario y todos juntos interpretan GRIMINELI'S LAMENT. Yo desde mi asiento continuo haciendo fotos furtivamente sin ser descubierto. Después son el clarinete y el oboe los que se acercan al borde del escenario para ayudar nada más y nada menos que en CHEAP DAY RETURN y MOTHER GOOSE. La primera queda especialmente fabulosa con orquesta. La segunda es en la nueva versión con flauta en su parte central. Fue otro de los mejores momentos de la noche. Se anuncia BOUREE y que cuando finalize se realizara un descanso de 20 minutos. La orquesta le hacia la armonía de la segunda flauta a Anderson , un efecto que hizo que la canción sonara diferente, pues esta canción reconozco que la he oído "demasiadas" veces.

Durante el receso mi amigo José Luis se encarga de traer una cerveza y con la pareja de italianos comento lo oído hasta el momento y coincidimos en que el ambiente con orquesta, sentados y publico francés es algo frío y echamos algo más de arrojo y pasión.

Para comenzar la segunda parte Ian elige NOT RALITSA VASSILEVA con la única ayuda de los cuatro músicos originales. Después Anderson saca la armónica y proclama que van a interpretar LIVING IN THE PAST pero en la versión especial que se publicó en el Beacon Botton Tapes. Algo ocurre pues Ian después de utilizar la armónica unos segundos comienza a tocar la flauta, así que esta versión queda frustrada. Una pena. Vuelve a entrar la orquesta para realizar todos juntos PAVANE. Después un tema clásico AQUALUNG, en una versión muy parecida a la de Palmer en "A Classic Case" y que se funde más tarde con la rítmica versión de Aqua-brick. Aunque el chavalin tiene una guitarra eléctrica no se le ocurre el sacrilegio de interpretar el solo de Barre. El tema es largo y debe durar en torno a los diez minutos. Es uno de los pocos que hay total fusión de grupo/orquesta y contiene algunos arreglos nuevos.

Le toca el turno a GOD REST YE MERRY... un tema sin pena ni gloria pues después viene MY GOD. La orquesta le hacia la armonía del coro ruso en la parte del solo de flauta y el efecto era inmejorable. En el solo de guitarra, el chavalin demostró que sabia tocar "que te cagas" (nunca lo dudé) aunque el volumen de la guitarra fue siempre premeditadamente bajo. Fue un momento álgido si no hubiera sido por que después sonó BUDAPEST que para mí junto con la anterior fue lo más contundente de la noche. Ambas sonaron como nunca y el guitarrista se volvió a lucir, aunque el teclista cuando dirigía la orquesta con ambas manos sonaba el piano, por lo que llegué a la triste conclusión que en esa parte el teclado estaba grabado.

Todos abandonaron la sala y después de un minuto de aplausos volvieron a entrar para realizar el único bis de la noche. No podía ser otro que LOCOMOTIVE BREATH. No hay globos, por supuesto esto es más "serio". El publico no tiene mucha convicción en pedir más temas (el publico francés es ostensiblemente más frío que el hispano). Esto fue todo el concierto y lo podéis ver en las fotos que realice como ya sabéis en precarias condiciones.

Mi valoración del recital es muy positiva. Escuche temas que creí que jamás escucharía como Up the Pool y Skating Away y los arreglos de orquesta hizo que todo el concierto discurriera de forma diferente y los temas de siempre sonaran distintos. El local inmejorable de acústica y comodidad pero todo hacia que el ambiente estuviera un poco frío. También reconozco que caprichos como este requieren un fuerte esfuerzo económico pero cuando fui adolescente me perdí los conciertos de los Jethro Tull por tener los bolsillos más vacíos que las meninges de George Bush, así un cuarto de siglo más tarde me puedo desquitar de está manera de aquella situación.
Cristóbal Vergara
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