Comentarios

Cristóbal Vergara, socio n. 18
Después del evento en Coslada, este 2009 lo siguiente es el concierto de nuestros amados Tull en Mérida dentro del festival Extremusica. De Madrid viajamos Javier Doadrio, su primo Javier y yo. Carlos Mayor fue desde Guadalajara.
En contraposición al concierto de Alcorcón que resultó gratis total este salía por un pico, pues había que pagar la entrada completa para los tres días de festival (70 Euros) el viaje, alojamiento y comida y además era un concierto corto debido al apretado programa con mas de una veintena de grupos por jornada. Esto hizo que mucha gente no se animara a viajar, además no ayudó la noticia de que Anderson se había lesionado un dedo y no podría tocar la guitarra aunque esto me sonaba mas que nada a bulo falso de Internet.
El viaje fue excelente y rápido. Buscamos un buen restaurante para comer y al final de la sobremesa Carlos nos llama por el móvil diciendo que él está en el Hotel Velada desde la noche anterior y casualmente es el mismo en donde se alojá todo el grupo, así como adolescentes, iniciamos una carrera hasta dicho hotel para ver si los vemos y dar la coña de “fan” con eso de las fotos y los autógrafos.
El tiempo fue malo y llovió toda la tarde pero allí estaban ellos en el hotel y nos pudimos hacer la consabida foto con Anderson. Pude comprobar que lo del dedo era totalmente verdad. Salimos para el festival en nuestro coche detrás de la furgoneta que llevaba a los Jethro Tull y cuando llegamos afortunadamente paró de llover, pero Extremusica es inmenso y tiene una superficie de varios kilómetros cuadrados. Desde el coche hasta la entrada tuvimos una caminata de casi media hora y todo ello por un inmenso barrizal. Al principio pretendes mancharte lo mínimo pero después de un rato ya todo te da igual y acabas de barro hasta las cejas. Luego dentro es igual de grande y existen tres escenarios gigantescos. Jethro Tull tocaba en el más pequeño de los tres pero aun así sus dimensiones eran magnificas.
Cuando llegamos estaba cantando Lole Montoya y sobre el escenario tan solo estaba ella y su guitarrista sentado en una silla, cuando terminó en breves segundos de detrás de las cortinas del fondo sacaron unos carretones con la batería, teclados y amplificadores y en menos de diez minutos aquello estaba preparado para el concierto de los Tull.
El grupo empezó a la hora programada con un contundente Cross Eyed Mary mientras el publico enloquece,  luego quizás el tema más flojo de la noche Beggar´s Farm. Después de terminar , Farm on the Freeway, el tercer tema, Anderson habla una palabras pero de pronto se empieza a oír un ruido grave y todos los músicos se miran entre ellos para ver cual de los instrumentos es la causa de esa reverberación. Hasta que caen el la cuenta que lo que se oye es el eco del escenario más cercano que han empezado a tocar y eso el causante de ello. Anderson se mete para adentro pregunta a los técnicos y le dicen que ellos no pueden hacer nada, que el sonido está a casi un kilómetro de allí. Anderson muy típico en el, se mosquea y ordena al resto de músicos meterse dentro y se desconecta todo hasta que el otro grupo se calle. Afortunadamente después de un par de minutos sale de nuevo el grupo y se reanuda el concierto aunque con el mismo ruido de fondo. Luego me enteré que el causante fue el grupo Hamlet y que “en honor al maestro Anderson” dejaron de tocar durante 20 minutos pero lo cierto es que dieron la tabarra durante casi una hora.
Luego vinieron temas como Bourre, Song for Jeefrey,Pastime with Good Company, My Sunday Feeling, Living in the past, Sweet Dream, Dharma for One, estos dos últimos los que más me gustaron de toda la noche. My God sonó raro pues se suprime el intro de guitarra acústica y Anderson casi no la toca en todo el concierto, tan solo en Aqualung. Para acabar la noche por supuesto Locomotive Breath con la apoteosis de un auditorio que estaba a rebosar. En resumen una verdadera descarga de Rock durante una hora y veinte minutos, en la que casi fue beneficiosa la lesión en el dedo de Anderson pues se eliminaron todos los temas lentos. Muy en la línea de los últimos conciertos de Alcorcón y Salamanca. Quien no estuvo se lo perdió y los que hasta allí fuimos sabemos mas que nadie que lo lamentaran.. No hay vuelta atrás: Se lo perdieron.
Go to top