El Periódico de Catalunya - 13 de Noviembre de 1998

LOS DEDOS DEL LÍDER

Hace muchos, muchos años, cuando el hombre aún no había pisado la luna y el Dúo Dinámico arrasaba en España. Ian Anderson formaba su primer grupo. Treinta años después, el gran mérito del flautista es continuar activando antiguas y nuevas composiciones. Por descontado, diversas décadas de exposición atraen más aplausos hacia Thick is a Brick y Songs from the Wood, pero el mensaje es el mismo en Roots to Branches y en la aún inédita Boris Dancing, que Ian dedica a "Boris boggie-boogie Ieltsin".

Este Ian es un personaje de cuento que vaga por la escena como un mimo en un casting de arlequines. Con Martín Barre como aliciente de una banda que el tiempo se ha encargado de erosionar. Jethro Tull cumple años con la nostalgia que obliga la ocasión. Acomoda el repertorio en el primer quinquenio, entrega Aqualung a los cinco minutos y el público aplaude con todas las fuerzas al recibir aquello por lo que ha pagado: un viaje de vuelta a 1970 que en realidad es un billete hacía siglos atrás, cuando bosques y duendes inspiraban a flautistas abducidos por el calendario. Living in the Past cantaba ya en el 1972.

Anderson hace de esta opción su estilo, paseando los dedos por la flauta y guardando el último aliento para cantar con una voz insalvable. Lo mejor de su gira trentagenária es haber prescindido del delirante componente teatral del tour anterior. La gran apuesta, solicitar a la audiencia que no fumara en la sala.

Pero de digitaciones chiripitiflauticas, destacan las de Salvador: rockero virtuoso y profesor de guitarra por correspondencia. A este no hay quien le retire. Sigue sobreponiendo su agilidad de taquígrafo del Heavy Metal mientras elucubra desarrollos argumentales subjetivos e indescifrables.

NANDO CRUZ

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